martes, febrero 12, 2008

Anecdota: Comprado con una hamburguesa

Un día tranquilo aparentemente, hasta que salí a explicar a una compañera de trabajo un tema que tenia que desarrollar, y de paso a despejar un poco la cabeza.

Dando una vuelta por el centro me encontré con una amiga, pero ahi viene el asunto del día, una llamada en la que le decían que tenia que ir a recoger un regalo que le habían dejado en una floreria, inicialmente yo pense que éste seria de parte de su pareja con la que tiene una hija, hasta que confirmadamente ella dijo que él no había hecho tal cosa, bueno mujeres quien sabe, y asi le acompañe al recinto en el que tenía que recogerlo, ella en parte creía que era una broma y en el país hay que ser un poco suspicaz cuando recibes ese tipo de llamadas, tanto cuando no te dicen el remitente ni de lo que se trata exactamente. En el camino pensamos que era una broma pero habia que despejar la duda.

Una vez llegamos, confirmamos la existencia del paquete, que en realidad era un regalo algo grande, envuelto 3 regalos en una bolsa propia de estas cosas y con una tarjeta de alguien del que ni yo ni ella sabiamos (por lo menos eso dijo). Quien sabe quizá tiene una homónima aunque era mucha coincidencia.

Recogido el paquete, a primera vista vi una caja de rosas, el otro paquete parecía ser un peluche, y el tercero una caja forrada (esperaba que fueran chocolates... mi vicio). En el camino me cercioro que primero no haya un tic-tac proveniente de ninguno de los artilugios, luego que el fondo no tenga ningún polvillo de algún color.

Llegando a su negocio, con sumo cuidado abrimos los paquetes, y tal como lo pensé rosas, un peluche y ¡Chocolates!. Asegurandome que estaban sellados, conversabamos y nuevamente el tema de que ese paquete era enviado por un personaje desconocido y como buena (o ingenua) comunico a su pareja que por cierto es uno de mis patas, todos los detalles del regalo, lógicamente no se lo tomo bien. Ya aprovechando los chocolates, ella siguio tratando de saber quien podría ser el remitente y a demás pensando lo que acontecería cuando llegue a su casa con el nada ocultable paquete, peor que su familia conoce su situación marital.

De esta parte un consejo: "Nunca intenten terminar una caja de esos chocolates, en serio que te queda un dolor de cabeza..."

El siguiente paso, fue quemar algunas evidencias, como la tarjeta que acompañaba el paquete que en realidad solo decía de quien era (Ya dije que tampoco ella recordaba quien podría ser).

Pasado todo esto, salimos y acompañándole a tomar su carro, trataba de buscar excusas y teorías de lo que pasaría luego... jaja por eso no busco compromisos ni problemas...

En fin para terminar, pasamos por algunas fuentes de soda y menciono que tenia hambre, "ya vamos" y termino comprando una hamburguesa con la finalidad de que esto quede entre nosotros, bueno que puedo decir en realidad me quedo chico el precio y he aca escribiendo estas lineas.

Moraleja: "Una hamburguesa no es suficiente para comprar el silencio de alguien"
(aunque la verdad que no tengo ninguna intención de informar a nadie de los detalles extras)

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